En el día a día de quienes trabajamos con sistemas de agua, químicos o agricultura, las bombas dosificadoras son herramientas que hacen una gran diferencia. Pero no todos tienen claro qué hacen exactamente o cómo funcionan. Por eso, en este artículo quiero explicarlo de forma sencilla y práctica, como lo hablamos entre colegas.
Una bomba dosificadora sirve para inyectar un líquido con precisión dentro de otro sistema. Ese líquido puede ser cloro, ácido, fertilizante, detergente, o cualquier producto químico. Lo importante es que lo haga en la cantidad exacta que se necesita. Ni más, ni menos.
Esto es clave en procesos donde una mala dosificación puede generar problemas: agua mal tratada, cultivos dañados, o simplemente pérdidas de producto.
La lógica es bastante simple:
Saca el líquido desde un recipiente o tanque.
Mide o regula la cantidad a dosificar.
Lo inyecta en el sistema principal, ya sea una tubería de agua, un sistema de riego o una línea de producción.
Todo esto lo hace de manera constante y controlada, y dependiendo del tipo de bomba, puede funcionar de forma manual o automática.
En muchos lugares. Te dejo algunos ejemplos que vemos todos los días:
En plantas de tratamiento de agua, para clorar o ajustar el pH.
En agricultura, para dosificar fertilizantes o productos para corregir suelos.
En la industria alimentaria, donde se dosifican ingredientes líquidos con mucha precisión.
En sistemas de piscinas, para mantener el agua limpia y segura.
Hay varios, pero los más comunes son:
De diafragma: muy usadas en tratamiento de agua por su resistencia química.
De pistón: útiles cuando se necesita más presión.
Peristálticas: ideales para líquidos más viscosos o delicados.
La elección depende del tipo de líquido, la presión del sistema y cuánto se quiere dosificar.
Aquí van tres consejos rápidos:
Conoce qué producto vas a dosificar (no todas las bombas aguantan los mismos químicos).
Define el caudal que necesitas (no es lo mismo dosificar 2 litros por hora que 50).
Asegúrate de que la bomba sea compatible con la presión del sistema.
Si no estás seguro, es mejor pedir ayuda. Una mala elección puede costar más a largo plazo.
Las bombas dosificadoras están en casi todos los procesos donde se trabaja con líquidos. Son equipos que, aunque no siempre se ven, son clave para que todo funcione como debe. Y cuando están bien instaladas y bien calibradas, se nota la diferencia.
En SumiWater trabajamos con diferentes modelos y marcas, según lo que necesites. Si estás buscando una bomba para tu sistema, o si no sabes cuál te conviene, escríbenos. Estamos aquí para ayudarte.