Las bombas de diafragma son una solución flexible, segura y eficiente para mover líquidos difíciles: desde soluciones químicas corrosivas hasta mezclas con sólidos en suspensión. A diferencia de las bombas centrífugas tradicionales, las bombas de diafragma funcionan por pulsos: un diafragma flexible se mueve alternadamente para succionar y expulsar el fluido, creando un caudal controlado sin que el fluido pase por partes mecánicas en movimiento que puedan deteriorarse.
Versatilidad: manejan líquidos con viscosidad variable, abrasivos leves, lodos y soluciones químicas concentradas.
Seguridad química: al trabajar con componentes plásticos y elastómeros, ofrecen alta resistencia a la corrosión.
Autocebado y tolerancia a aspiración de aire: logran cebado incluso con líneas parcialmente llenas o cargas aéreas.
Bajo mantenimiento: menos partes móviles en contacto con el fluido reducen el desgaste y las fugas.
Capacidad para trabajar en seco: muchas pueden operar temporalmente sin dañarse, ideal en procesos con variaciones de suministro.
Tu bomba está pensada para entornos industriales donde la compatibilidad química y la durabilidad son clave:
Cuerpo en polipropileno: material ligero, resistente a una amplia gama de ácidos, álcalis y soluciones salinas; ideal para ambientes donde la corrosión es un riesgo.
Diafragma de Viton (FKM): elastómero con excelente resistencia térmica y química, especialmente frente a aceites, combustibles y muchos solventes; mantiene elasticidad y estanqueidad por más tiempo que otros materiales.
Combinación ganadora: cuerpo plástico + diafragma Viton hacen de esta bomba una opción excelente para bombear fluidos distintos al agua sin comprometer la vida útil del equipo.
Estas bombas se usan en sectores donde la confiabilidad y la resistencia química son imprescindibles:
Tratamiento de aguas y aguas residuales: dosificación de coagulantes, ácidos o antiespumantes.
Industria química: trasiego y dosificación de reactivos, ácidos y soluciones corrosivas.
Piscicultura y acuicultura: manejo de soluciones de clarificación, salmuera y productos de limpieza.
Procesos de limpieza industrial (CIP): circulación y dosificación de detergentes y sanitizantes.
Plantas de alimentos y bebidas: (con elastómeros compatibles y certificaciones si aplica) dosificación de aditivos y limpieza; verificar compatibilidad alimentaria si el uso es directo.
Construcción y minería: bombeo de lechadas ligeras y soluciones con partículas.
Laboratorios y plantas farmacéuticas: transferencia controlada de reactivos y solventes (si el Viton y polipropileno cumplen requisitos específicos de pureza).
Clientes industriales que requieren resistencia química sin costos excesivos en materiales metálicos.
Empresas que manejan líquidos distintos al agua: solventes ligeros, soluciones ácidas o alcalinas, mezclas con sólidos en suspensión.
Procesos donde se necesita dosificación precisa y operación segura frente a fugas o contaminación del ambiente.
Verifica compatibilidades: aunque polipropileno y Viton resisten muchos químicos, siempre confirma con la ficha del producto químico (pH, temperatura, solventes agresivos).
Controla temperatura: el Viton tiene buen comportamiento térmico, pero extremos de temperatura reducen su vida útil.
Instala filtros si es necesario: para líquidos con partículas, un filtro protege el diafragma y prolonga el mantenimiento.
Programa mantenimiento preventivo: revisa diafragmas y conexiones según uso (horas y química).
Prueba antes de producción: realiza un test con el fluido real para asegurar rendimiento y sello.