Conocer sus ventajas, aplicaciones y criterios de selección es clave para garantizar eficiencia, ahorro energético y larga vida útil del equipo.
Succión del líquido: el agua o líquido ingresa al primer impulsor.
Etapas sucesivas: cada impulsor aumenta la presión del líquido de manera incremental.
Salida: el líquido sale con la presión total acumulada de todas las etapas.
Control avanzado: algunos modelos incluyen variadores de frecuencia, sensores de caudal y controladores automáticos de presión, optimizando el consumo de energía y protegiendo la bomba.
Tip: un diagrama mostrando cómo cada etapa aumenta la presión ayuda a la comprensión y mejora el SEO.
Verticales: ocupan poco espacio, ideales para pozos profundos y plantas compactas.
Horizontales: robustas, estables y fáciles de mantener, recomendadas para caudales grandes.
Monoblock: impulsor y motor integrados, compactas y fáciles de instalar.
Acopladas a motor: motor externo conectado mediante acoplamiento, perfectas para aplicaciones industriales exigentes.
Hierro fundido: económico y resistente para aplicaciones estándar.
Acero inoxidable: resistente a corrosión y químicos, ideal para agua potable y procesos industriales.
Bronce o aleaciones especiales: resistentes a líquidos corrosivos y agua salada, usadas en aplicaciones marinas y acuícolas.
Plásticos reforzados o composites: ligeros y resistentes a ciertos químicos.
Permite altas presiones con bajo consumo energético.
Versatilidad: adecuada para agua limpia, aguas residuales ligeras o soluciones químicas.
Ahorro de espacio, especialmente en modelos verticales.
Durabilidad y confiabilidad gracias a materiales resistentes y diseño robusto.
Fácil integración con sistemas automáticos, sensores de presión y variadores de frecuencia.
Plantas de tratamiento de agua: filtración, ósmosis inversa, desinfección y recirculación.
Edificios y hoteles: sistemas de presión constante para todas las alturas.
Riego agrícola: distribución eficiente de agua en cultivos de gran escala.
Industria química y farmacéutica: transporte seguro de líquidos y soluciones.
Piscicultura y acuicultura: recirculación de agua y oxigenación de estanques.
Caudal requerido: en litros por minuto (LPM) o metros cúbicos por hora (m³/h).
Presión necesaria: altura manométrica total (HMT) del sistema.
Tipo de líquido: viscosidad, temperatura y compatibilidad química.
Espacio disponible y orientación: vertical u horizontal según instalación.
Material adecuado: acero inoxidable para químicos, hierro fundido para agua limpia.
Eficiencia energética: motores certificados y, si es posible, variadores de frecuencia.
Consejo práctico: revisar la curva de rendimiento del fabricante garantiza que la bomba elegida cumpla con caudal y presión requeridos.
Revisar rodamientos, sellos mecánicos y alineación del eje periódicamente.
Limpiar filtros y rejillas de succión.
Monitorear vibraciones, ruidos y temperatura del motor.
Evitar funcionamiento en seco.
Lubricar cojinetes según especificaciones del fabricante.
Elegir una bomba con presión insuficiente.
Instalar verticales en espacios con altura limitada.
Operar la bomba con líquido sucio o sin filtros.
Ignorar mantenimiento preventivo.
Usar materiales incorrectos para líquidos químicos.